Deslave de tierra en la zona de entrada después de cada lluvia.

Se realizó un análisis completo del flujo de agua en la zona y se implementaron diversas estrategias. Se favoreció la infiltración de agua al subsuelo mediante terrazas que, además, funcionan como áreas recreativas para los usuarios.

Se dispersó el agua utilizando plantas de tamaño medio y pequeño, y se sembraron especies adaptadas al clima local para minimizar el riego.

También se construyeron caminos de piedra con la menor cantidad de cemento posible, permitiendo la infiltración del agua y evitando encharcamientos. De ser un espacio aislado, hoy cuenta con siete terrazas independientes, que los usuarios disfrutan para trabajar, hablar por teléfono o relajarse.